La conciencia colectiva me ha llevado a identificar a las personas “ricas” por el tipo de auto que maneja (último modelo), ropas de marca con la que viste, el celular de última tecnología y los viajes exóticos en el extranjero para vacacionar. No lo niego, esa “conciencia colectiva” en relación a la “riqueza” es como un barrilete perdido por la fuerte brisa. Un barrilete que vuela hasta asirse por unos de los cables que marcan los perímetros de las veredas de la ciudad.
Con el tiempo, y con el ejercicio de la profesión he visto convocatorias de acreedores de altos ejecutivos, cuyos ingresos oscilaban los 50 millones de guaraníes mensuales. Dirás ¿Cómo? Si, así como lo leíste, personas que ves sentados en los mejores restaurantes de la ciudad, con el coche más bello y con la ropa más costosa, pasaban a engrosar la lista de “inhabilitados” publicados por un periódico de economía y finanzas.
Cuando empiezas a desarrollar tu inteligencia financiera, renaces como el mito del ave fénix. Empiezas a controlar la “presión social de consumo”. Ahí logras entender como Bill Gate, siendo millonario a los 31 años nunca viajaba en primera clase, salvo que la necesidad lo obligara. O como el actual presidente de EEUU, Donald Trump utilizaba el teléfono público a fin de ahorrar costos telefónicos que le generaba llamar a sus clientes.
La riqueza, en la inteligencia financiera, no está dada por las vanidades que uno dispone, sino por la cantidad de días, meses o años que puedes vivir sin trabajar. Entonces te pregunto: ¿si hoy dejaras de trabajar, cuanto tiempo podrás vivir con el mismo nivel de vida? Si tu respuesta es poco, por más que tengas una casa de campo y tres coches, te diré “no eres rico”. De hecho, en poco tiempo te iras deshaciendo de esos bienes para poder sobrevivir. Rico, es aquel que puede vivir sin trabajar.
Muchos creen que cuando dejen de trabajar, vivirán de sus jubilaciones. Olvidan de los altos costos que se tiene en la vejez, como alimentación diferenciada, medicamentos, arreglar la casa, y combustible para el automóvil.
La mayoría de las personas, piensan que los ricos son una especie de personas divinas o iluminadas. pero la realidad indica que el 82% de los ricos se hicieron en base a esfuerzo, ya sea con la creación de empresas o trabajo dependiente. La clave de la riqueza no pasa por la cantidad de ingresos que generes, sino en la forma de gastarla. Puede haber muchas personas que son generadores de altos ingresos, pero poco en generadores de riqueza.
La gente espera alcanzar niveles increíbles de ingresos para poder ahorrar, cuando el principio de la “riqueza consiste en saber gastar”. El principio de Peter o de la incompetencia habla de que los gastos crecen al tope de los ingresos, es decir, si esperas un aumento de salario para poder ahorrar, te comento que tus gastos no te permitirán. Lo primero que debes hacer es pagarte a ti mismo, por lo menos 10% de tus ingresos, destinándolos al ahorro y posteriormente a inversiones (el ahorro solo no sirve, o bien, solo sirve a los banqueros). No necesitas millones para poder invertir, no necesitas mucha inteligencia, no necesitas de mucho patrimonio, solo necesitas de disciplina en los gastos e invertir, de manera a generar la riqueza necesaria para el día que decidas dejar de trabajar.
Dr. Virgilio Noel Benítez Britez
CEO ECOPLAN